¿Cuál es la razón del gran interés existente por esta bacteria, que fue descubierta por científicos australianos, en 1983?. Entre otras razones, hay que saber que la bacteria vive en el estómago de cerca del 50% de la población del planeta. Aunque muchas de esas personas hospedadoras nunca llegan a enterarse de ello, para otras, su presencia ocasiona graves complicaciones. Entre otras, la inflamación del revestimiento de la pared del estómago, la gastritis, aparte de su íntima relación con buena parte de las úlceras digestivas y con otras complicaciones, entre las que, cada vez con más sospechas, se incluye a una gran proporción de los cánceres de estómago.
BACTERIA ACOMODATICIA. Cada día nuestro estómago produce casi dos litros de jugo gástrico, que se compone principalmente de ácido clorhídrico concentrado y de enzimas digestivos. Para las bacterias y virus, que ingerimos con la comida, esa mezcla constituye un verdadero baño mortal e incluso los alimentos, antes de su llegada al intestino, son degradados parcialmente por tal potente líquido. Entonces, ¿cómo es posible que la Helicobacter pylori viva a sus anchas en un ambiente tan agresivo y hostil? y ¿cómo puede ejercer sus efectos adversos patológicos?.
La Helicobacter pylori es una bacteria espiraliforme que se localiza en el duodeno y sobre la superficie de las células de la mucosa gástrica, precisamente bajo la capa protectora del gel mucoso que las recubre, lo que evita su contacto directo con la gran acidez (pH 2,0) del jugo gástrico. La bacteria, para luchar contra la acidez, también cuenta con una enzima, la ureasa, que actúa sobre la urea, bastante abundante en estómago, haciendo que ésta se descomponga en amoníaco y bicarbonato, que son moléculas alcalinas, con lo que se contrarresta la acidez gástrica. La posibilidad de supervivencia de la bacteria es grande, de modo que tras una infección aguda puede permanecer asintomática en el estómago durante muchos años.INFECCIÓN, TRATAMIENTO Y VACUNAS. Se admite que la transmisión de la bacteria puede realizarse por contacto fecal-oral. De ahí la eficacia preventiva que tienen las más estrictas medidas higiénicas. Recientemente se ha encontrado que, frecuente y cómodamente, la bacteria también suele instalarse en la placa dental, por lo que puede ser bastante grande la importancia de la transmisión boca-boca. Y, tras las investigaciones de los doctores Adrian Lee y Jim Fox, ha quedado demostrado que formas especiales de la bacteria suelen hallarse en los estómagos de perros y gatos, concretamente las bautizadas, respectivamente, como Helicobacter helmanii y Helicobacter felis. Estas formas también se han hallado en personas que se relacionaban con los animales infectados, por lo que parece prudente recomendar que se eviten todo tipo de lamidos dados por perros y gatos, sobre todo a los niños pequeños.Hasta recientemente la detección de la infección no ha contado con métodos sencillos, pero la situación está cambiando rápidamente, acudiéndose, según sea el caso, a biopsias endoscópicas, a análisis de los gases respiratorios o a pruebas inmunoquímicas sobre sangre o saliva. La existencia de métodos analíticos simples y económicos servirá para controlar la infección y sus complicaciones, pero lo verdaderamente definitivo será que se tenga éxito en la línea de los prometedores resultados ya obtenidos para desarrollar una vacuna preventiva y terapéutica. Ello permitirá luchar contra el desarrollo de prácticamente todas las úlceras duodenales, de la gran mayoría de las gástricas, así como, posiblemente, de un gran número de cánceres gástricos. Por todo lo expuesto, no es de extrañar el gran interés investigador que suscita la Helicobacter pilori.
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