domingo, 21 de febrero de 2010

Jordania.


Pasear por los desfiladeros de Petra por la mañana con aquel silencio y solo oyendo el eco del crugir de los cascos de los caballos contra el suelo es una sensación que me puso la piel de gallina.
Estar arriba del Monasterio despues de subir 800 escaleras y ofrecerte un chico jordano un cabrito para tirarlo del desfiladero, como ofrenda ( lo hacían antiguamente ) te das cuenta que la gente le falta algun tornillo.
Bañarse en el mar rojo ,haciendo snorkelin en febrero viendo esos peces de colores y esas enormes esponjas es una sensación muy bonita.
Levantarse a las 5 de la mañana en el desierto de Wadi Room y hacer fotos , te das cuenta aunque sea un tópico de lo pequeños que somos.
Y enbadurnarnos con el barro del mar muerto, rico en minerales y bañarnos en el con su flotabilidad es super raro.




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